Alba García Álvarez: la primera arqueóloga consaburense

Al hilo de las próximas excavaciones que se llevarán a cabo en el mes de julio por tercer año consecutivo sobre restos arqueológicos en el cerro Calderico, de las que hemos dado buena cuenta en nuestro blog, no queremos pasar por alto el hecho de que una joven consaburense se dedique a la arqueología como profesión. Su trayectoria es corta, pero muy prometedora. No es casualidad que eligiera esta profesión tan poco habitual, lo que da más valor a su vocación, surgida y afianzada en su ciudad natal: la antigua Consabura romana, donde tanto queda por investigar a pesar de todo lo que se ha perdido por la desidia general y por la propia ubicación de la Consuegra medieval que reutilizó los restos romanos y la actual, que ha ocultado también a lo largo de los siglos casi toda la mayor parte de nuestro patrimonio. Y el colmo lo puso la magnitud de la triste inundación del río Amarguillo en 1891, ya que se demolieron los puentes romanos que pudieron tener tanta influencia por su taponamiento al embalsarse más cantidad de agua a lo largo del casco urbano.

Tampoco es casualidad que la zona donde ha vivido Alba García sea la parte de Consuegra donde se encuentran ocultos los restos del Circo Romano y no es de extrañar tampoco que su participación durante varios años en el evento Batalla Medieval la reafirmara en la idea de estudiar historia que era lo que más le gustaba, para continuar con sus estudios superiores.

Hemos conocido a esta joven consaburense y hemos seguido su trayectoria aunque sea de lejos y nos alegra mucho que surjan valores como este porque creemos que no son fruto de la casualidad. El movimiento histórico y cultural por el que atraviesa nuestra ciudad, tiene cada vez más adeptos y no nos cabe duda de que está basado en el gran trabajo ya realizado. Labor que se inició en los años 60 sin apenas apoyo popular y que ha tenido continuidad con el proyecto Consuegra en la Historia del que nos sentimos orgullosos, aunque no falten algunas personas que tratan de ignorar toda esta labor y el trabajo que venimos realizando.

No será fácil contar con Alba a partir de ahora en las excavaciones del Proyecto Consabura, pero solo su apoyo y su presencia en algunas de las actividades de este verano, serán un estímulo para los participantes.

Seguro que surgirán nuevos arqueólogos que seguirán el camino de Alba porque el patrimonio histórico también esta dando puestos de trabajo en un mundo tan competitivo como el actual. El futuro no está solo en las carreras convencionales; otros campos como éste, son vías para que los jóvenes encuentren una actividad y se forjen su profesión. 

A nuestra arqueóloga Alba García, la hemos pedido una breve semblanza sobre su formación y que nos cuente sus experiencias y bagaje profesional, las cuales detallamos a continuación:


Centro de Estudios Consaburenses F. D. T.

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Me gradué en Arqueología en la Universidad Complutense de Madrid. Fui alumna de la primera promoción del Grado, ya que antes de que se instaurara esta carrera, la gente no  podía hacerla como tal, ya que no existía... aquellos que querían hacer Arqueología debían de formarse en la carrera de Historia, y luego cursar una formación (máster) de dichos estudios.

Tuve la suerte, en ese sentido, de poder realizar la carrera directamente como arqueóloga, ya que en el 2010, año en el que terminé bachillerato en el IES Consaburum, se instauró por primera vez dicha carrera. Así pues, mis compañeros y yo fuimos graduados de la primera promoción de arqueólogos de Madrid, y segunda promoción de España detrás de la Universidad de Barcelona (cuyo grado de Arqueología salió a la luz un año antes, en el 2009).

Posteriormente, tras terminar mis estudios como Arqueóloga en 2014, decidí especializarme en Paleolítico y por ello realicé el Máster de Arqueología Prehistórica de la UCM, el cual finalicé en 2015. 

Actualmente estoy preparando mi tesis doctoral, bajo la dirección de José Yravedra (a parte de ser una gran persona, es un gran profesional..., el cual ha gestionado y colaborado en muchos proyectos, como por ejemplo el de la Cuna de la Humanidad, en la Garganta de Olduvai, proyecto que comparte con otros profesores que me han impartido clases durante años; os adjunto un link:  ( https://vimeo.com/157281119 ). La tesis consiste en estudiar los restos de fauna de varios yacimientos Paleolíticos, puesto que me estoy especializando como Zooarqueóloga y como Tafónoma (esto último consiste en estudiar marcas en los huesos para dictaminar el proceso que sufren desde que el animal muere hasta que es desenterrado por el arqueólogo, así podemos saber qué procesos les han afectado con el paso del tiempo, las marcas de corte o de dientes que tiene para saber qué agente ha alterado el resto, si es humano, animal, agentes meteorológicos, etc., y poder con todo ello interpretar la formación de un yacimiento).

A lo largo de mi corta carrera como arqueóloga he tenido la oportunidad de colaborar en varias excavaciones. Todas ellas muy importantes dentro de su contexto.

Debuté por primera vez en Lleida, en el yacimiento Paleolítico de Cova Gran de Santa Linya. Con un equipo de la Universidad de Barcelona, bajo la dirección de Rafael Mora Torcal.
Posteriormente colaboré en Santorcaz (Madrid) en el yacimiento del LLano de la Horca (los primeros carpetanos de Madrid)  dirigido por Enrique Baquedano (Director del Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid y coo-director del proyecto Cuna de la Humanidad de Olduvai).

Alba García en el Yacimiento de Abric Romaní (Barcelona)
                             
También he participado varios años en las excavaciones de mi querida Consuegra con el Proyecto Consabura; en la excavación de la villa romana de Noheda (que cuenta con el mosaico más grande mejor conservado de Europa). Así como en otros yacimientos de gran envergadura como Lezetxiki (yacimiento del Paleolítico Inferior de Guipúzcoa), Pinilla del Valle (yacimiento Paleolítico donde nos encontramos los primeros Neandertales de la Comunidad de Madrid, coo-dirigido por Enrique Baquedano, Alfredo Pérez González (ambos coo-directores del proyecto de Olduvai) y Juan Luis Arsuaga (coo-director de Atapuerca).

Alba García en el yacimiento de Atapuerca
con 
el arqueólogo Bermúdez de Castro

He participado también en la excavación del yacimiento Paleolítico de Abric Romaní, en Barcelona, bajo la dirección de Eudald Carbonell y en Atapuerca, que como sabéis es uno de los yacimientos más importantes de España, bajo la dirección de Eudald Carbonell, Juan Luis Arsuaga, y José María Bermúdez de Castro. Atapuerca está constituido por varios yacimientos: Elefante, Galería y Dolina (en la trinchera), Portalón (algo separado de la trinchera) el Mirador y la conocidísima sima de los huesos. Estuve excavando en la trinchera del Elefante, que cuenta con las cronologías más antiguas del yacimiento, 1,2 - 1,4 millones de años, además en el mismo nivel donde se han encontrado restos humanos. 


Con el equipo de Atapuerca
                             
Alba García en Pinilla del Valle (Madrid)

Actualmente, además de preparar mi tesis, y escribir algún artículo, estoy trabajando en Arqueopinto (Pinto, Madrid), que es un parque arqueológico dedicado a la prehistoria donde hacemos visitas guiadas y talleres para colegios (con niños desde 3 a 14, 15...) y para cualquier persona interesada en ir. Algún fin de semana espero ver a algún grupo de consaburenses por allí…

La empresa que gestiona Arqueopinto se llama Paleorama. Son, además, los mismos que se dedicaron a diseñar el parque arqueológico de Atapuerca en el CAREX (Centro de Arqueología Experimental).

Es un trabajo muy gratificante, poder dedicarse a difundir la prehistoria, sobre todo a los más pequeños.

Como ya habréis deducido, mi devoción por la Arqueología viene dada, en gran parte, por ser ciudadana de Consuegra. A los 8 años ya le dije a mi madre que quería ser Arqueóloga... ¡cómo no iba a sucederme tal cosa estando rodeada de tantos restos, viviendo en una ciudad que rezuma patrimonio por todas sus esquinas!

También tuvo bastante influencia en mí el evento de la Batalla Medieval; la verdad, me faltó el canto de un duro para decidir especializarme en arqueología medieval. 

De hecho, cada vez que subo al cerro con mis amigos es imposible que deje de mirar al suelo, por tantos restos como todavía se encuentran a flor de tierra (ya sabéis cómo se reconoce a un arqueólogo: aquel que andando por el campo no deja de mirar al suelo porque va prospectando).

En el Yacimiento carpetano de Santorcaz (Madrid)

La verdad es que me siento muy orgullosa de pertenecer a este pueblo, no solo por toda la historia que posee y por nuestro patrimonio, sino porque gracias a criarme en este contexto he sabido lo que hacer con mi vida, y ahora puedo dedicarme a aquello a lo que siempre he deseado hacer. Descubrir la historia (en mi caso prehistoria) y difundirla, darla a conocer y poder hacer que la gente la valore, la respete y la proteja.

Esto es algo que los consaburenses deberíamos tener en cuenta, no está bien recoger los piezas de cerámica que encontramos en el cerro, ni tapar los restos que aparecen cuando hacemos una reforma en nuestra casa.... debemos difundir el valor del patrimonio, de nuestro patrimonio, que es de todos, para aprender a valorarlo, y ser conscientes de lo importante que es, para que lo podamos conservar y proteger. 

La arqueóloga consaburense en la villa romana de Noheda
(en la localidad de Villar de Domingo García, Cuenca)

¡Gracias Paco y Pepe! y a todos los que participan en este proyecto que lleváis a cabo desde hace años y también a los pioneros de la recuperación arqueológica en Consuegra que fueron capaces de montar un museo como el que hoy tenemos y que sabemos que va a abrir sus puertas de nuevo. 
  

Alba García Álvarez


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